Muchos líderes han pasado por nuestro programa permanente, Presidente Por Un Día (PPUD), y cada uno ha estado a cargo de una amplia gama de propuestas a desarrollar en sus comunidades, sus círculos sociales o en sus propios salones de clase.
A partir de este día como Presidentes de su grupo (representado perfectamente por sus compañeros de grupo y las circunstancias que componen su comunidad), estos líderes elegidos tienen una oportunidad de reflexión ciudadana, una forma de replantearse las problemáticas clave de sus entornos y, una vez identificados, aportar soluciones tangibles.
Este ejercicio también ha servido muchísimo como
primer paso para que algunos de ellos comienzan a
descubrir y desarrollar habilidades de liderazgo,
trabajo en equipo y empatía.
¡Y QUÉ MEJOR QUE VIVIR TODO ESTO A UNA EDAD TEMPRANA!
En esta actividad, por medio de votación democrática y debates bien preparados, los participantes que resultan ser los mandatarios principales por un día, tienen la oportunidad de crecer personal y profesionalmente.
Dirán que sólo se trata de un solo día, pero se trata de un gran ejercicio que podría dar inicio a una importante toma de consciencia en la vida de quien fue democráticamente elegido.
Y es así que, entre la práctica de la democracia y la creación de soluciones, el programa despierta el espíritu de responsabilidad que todo ciudadano requiere para aportar a su entorno.
Varias veces nos han preguntado las cualidades qué se requiere para ser el representante de un grupo de almas entusiastas por un día entero. Aquí les pasamos 5 de estas cualidades que, usadas sabiamente, se transforman en auténticos valores de crecimiento.
1. LIDERAZGO
Si bien la determinación es clave para proyectar a futuro, es necesario que el Presidente tenga un fuerte sentido de liderazgo.
De tener el valor y animarse a representar la consciencia colectiva de su grupo, hasta la imprescindible práctica de tomar decisiones importantes. El liderazgo no es solamente una posición para delegar o perseguir a los demás, sino una manera de saber reunir y unir a un grupo bien estructurado desde donde las palabras se convertirán en acciones.
2. EMPATÍA
Todo líder requiere de profundizar en las situaciones de otros. La empatía es, sin lugar a dudas, una herramienta básica para el deseo de aportar a la sociedad.
La empatía es todo un arte; el arte de realmente conocer a los demás, de entrar en sus zapatos, mirar a través de las visiones colectivas y, más allá de sólo entender, comprender todas sus perspectivas y recursos.
La empatía está definida como la participación afectiva de una persona en una realidad ajena a ella, generalmente en los sentimientos de otra persona. Este alcance es lo que nos dará la sabiduría y la fortaleza de comprometernos con los demás.
3. HUMILDAD
Los líderes llevan consigo tal cantidad de seguridad en sí mismos, que es necesario medirla, equilibrarla lo suficiente como para continuar construyendo, siempre pensando que se requiere de los demás para lograr acciones.
La humildad da hincapié a valorar el trabajo en equipo, a darse cuenta que, a pesar de que uno es representante de un determinado grupo de personas, es también una herramienta para algo mucho más grande. Aunque las jerarquías de puestos sean necesarias, todos debemos ser iguales ante las instituciones que trabajan para ese bien común.
4. RESPETO
La famosa frase de Benito Juárez, “el respeto al derecho ajeno, es la paz”, jamás perderá su fuerza, pues a veces simplemente es dicha, pero no practicada.
Un gran líder es arduo practicante del respeto, o de lo contrario sólo conocería la imposición de sus propias maneras de ser y hacer. A través del respeto, el líder es capaz de escuchar a quienes le rodean, tanto en toma de decisiones como en delegar qué cosa a quién.
A través del respeto, el líder es consciente de las diferencias entre personas y perspectivas, grupos e individuos, ideas y palabras.
A través del respeto, un líder está más que completo.
5. RESPONSABILIDAD
Finalmente está la responsabilidad, que es el compromiso directo y consciente con las personas.
Del dicho al hecho hay mucho trecho, y la responsabilidad es este proceso (el trecho) en el cual se deberán desarrollar las ideas, hacer notar las acciones y brindar resultados. La responsabilidad en un líder es cuando está plenamente consciente de que muchos cuentan con él, y que es su deber realizar sus compromisos, siempre contando con el apoyo de su equipo.
Nuestro programa permanente, Presidente Por Un Día, busca fortalecer las bases de futuros líderes, contribuyendo a su formación personal y profesional en la toma de decisiones. Así, logran hacerse ciudadanos socialmente responsables, impulsados por la lucha de sus sueños.