Bienvenido a Centro Fox. Formadores de líderes responsables y comprometidos con su futuro.

¡PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO! ¿Cómo llevarlos a cabo?

¡PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO! ¿Cómo llevarlos a cabo?

Plantear propósitos a fin de año y que el tiempo pase sin cumplir muchos de ellos, puede parecer frustrante. La realidad es que no pasa nada, está bien. Te explicamos por qué.

Plantear propósitos puede ayudar al espíritu, a la salud mental y a brindarte constancia.

Si bien es importante llenarse de ilusiones, lo es también planificar con los pies sobre la tierra. La vida no espera a nuestros planes: sus cambios constantes nos permiten reinventarnos, poner en perspectiva cosas que dimos por sentadas, replantear prioridades. La práctica de planear propósitos año con año sí es relevante.

Se trata de propósitos personales, no promesas de campaña. Estos pueden cambiar conforme vayas transformando tu propio camino.

Es una cuestión anímica y psicológica. Los propósitos de Año Nuevo son una excelente forma de que nuestro cerebro se centre en lo que quiere lograr durante el próximo año. Cuanto más tiempo le dediquemos a reflexionar, e incluso a anotar nuestros objetivos (se recomienda hacerlo a mano, siempre a mano; esto proporciona mayor concentración, practicidad y acercamiento), más involucrado estará el cerebro en el proceso. Básicamente, estás reclutando la ayuda de tu cerebro y, afortunadamente para ti, tu cerebro es el aliado más fuerte en la constancia de esos objetivos.

Si bien la fuerza de voluntad puede ser un factor útil, puede ser insuficiente para enfocar este proceso. Finalmente, la fuerza de voluntad surge de una parte del cerebro la cual puede sobrecargarse y agotarse con facilidad. Según expertos, funciona el entrenar otras partes del cerebro responsables de vincular las emociones positivas a los nuevos hábitos, y así acondicionarse a nuevos comportamientos. Pues ni siquiera la fuerza de voluntad, por sí sola, podría con muchas de las posibles circunstancias que la vida pueda traer a nuestros planes.

Incluso deberíamos permitirnos constantes pausas de los muchos esfuerzos que ejercemos durante el año. Hemos cargado con la idea de presionarnos y obligarnos a cumplir muchos de estos propósitos, cuando algunos de ellos podrían perfectamente unificarse para crear nuevos, redefinirlos, o mezclar algunos aspectos de ellos para mayor practicidad.

Aunque la vida te vaya brindando distintas opciones o circunstancias que no puedes controlar, puedes ir adaptando todos estos propósitos, de manera que nunca te olvides de ellos. Muchas personas creen que los exactos propósitos que se plantean deben cumplirse de una forma específica.

La flexibilidad debe ser primordial para lograr adaptar estos propósitos, de manera que no te estanques y tú mismx puedas crecer con el paso del tiempo.

«Conocer el propósito de tu vida es el primer paso para vivir una vida verdaderamente consciente. Un propósito de vida nos proporciona una meta clara, una línea de meta establecida que realmente quieres alcanzar». SIMON FOSTER

Ahora bien, parte fundamental para ejercer estos propósitos (desde su planteamientos en las fiestas decembrinas hasta el momento en que decides llevarlos a cabo) es la salud mental. Muchas veces nos olvidamos de nuestros márgenes de error, todos ellos necesarios para detenernos a reflexionar, mas no para autoafligirnos y creer que no logramos las cosas que nos planteamos. Equivocarse es fundamental en el desarrollo de nuestros planes, pues ayuda a conocerlos mejor y, por ende, a conocer mejor tus virtudes, debilidades, puntos de distracción y fortalezas. 

Cada paso conlleva su proceso, y cada proceso conlleva un tiempo importante, tiempo que en algún punto podrías no tener por circunstancias ajenas a ti, o incluso por procrastinación. Si procrastinas demasiado, puede deberse en parte a que no crees lo suficiente en que tus planes puedan llevarse a cabo o realmente vayan a funcionar. Esto se debe a que mucha de la planeación no es planteada a largos, cortos y medianos plazos. Los cortos plazos son el arranque principal, el combustible para los medianos plazos, que darán mayor hincapié a que los largos plazos puedan fluir mucho más definidamente.

Se dice fácil “apartar pensamientos negativos”. Pero la realidad nos suele rebasar muchas veces, y es necesario detenernos a digerir, asimilar y reflexionar sobre varios sucesos. No queremos decirte que todo lo anterior hayan sido consejos meramente gratuitos, esos que “se dicen fácil”. Nos importa que tomes en cuenta todas las perspectivas posibles porque, se quiera o no, la decepción surge tarde o temprano. Pero podemos afrontarla con todas las cartas sobre la mesa, aprendiendo a dejar soltar cuando nos sea inevitable no cumplir con alguna expectativa personal dentro de estos propósitos, pues nadie estamos obligados a nada. Si estos propósitos se cumplen, que sean por este camino dedicado a ti mismx.

«Conocer tu propósito le da a tu vida sentido, simplicidad, enfoque y motivación. También te prepara para la eternidad». RICK WARREN

Marta Sanz Ramos, Psicóloga en QuirónPrevención, una compañía líder en Prevención de Riesgos Laborales, explica sobre la importancia organizacional de los propósitos de año nuevo:

¿Qué quiero que haya en mí vida? Busca metas concretas y desafiantes, pero no imposibles, ni difusas. Visualízate alcanzando tu objetivo y disfrútalo.

¿Cómo lo quiero? Metas a largo plazo, que nos hagan trabajar nuestra atención sobre ella. Para acometerlas, las convertiremos en objetivos más pequeños que iremos cumpliendo cada día.

¿Por qué lo quiero? Busca en tu interior. Atiende a las verdaderas cosas quieres hacer y no a las que «tienes» o «debes» hacer.

Llegados a este punto, me preguntan a veces «entonces, ¿no tengo que trabajar si no quiero?«, y yo les contesto «por supuesto que puedes no trabajar. Nadie te obliga. Pero, ¿Qué te permite hacer ese dinero con el que pagas la casa donde vives, te vas de vacaciones, al cine o a cenar? Esas cosas sí que las quieres ¿verdad? Entonces, ¿quieres trabajar?«. La respuesta es obvia: SI.

Marta Sanz Ramos concluye de manera bellísima: “Mis metas son sólo mías y tan flexibles como yo quiera, porque el objetivo de ellas no es solo lograr alcanzarlas, sino disfrutarlas mientras estoy en el camino. Es posible que descubra otras que no imaginaba, que las cambie sobre la marcha porque encuentre que, en el fondo, aquello que elegí, no me hace feliz. Es posible que dirigir mis energías a aquello que me motiva, me ayude a abandonar lo que antes había y que ahora no quiero en mi vida.” Dicho esto… ¡ADELANTE CON TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO! ¡SON TODOS TUYOS, PUEDES FORJARLOS A TU MODO!

Please follow and like us: